Todo empezó con el reclamo de un vecino por los «ladridos» de un perro que no cesaban en ningún momento y no lo dejaba descansar. Ante la inacción de los propietarios del supuesto perro, el vecino se asomó por la medianera y vio lo que luego sorprendería a todos, un lobo marino atado al sauce del fondo.
Fotografió al animal y realizó la denuncia correspondiente, Cuando los efectivos llegaron al lugar, la familia que retenía al ejemplar, manifestó que lo habían encontrado en el mes de enero en un arroyo de Palo Blanco y que con unos amigos lo llevaron a su casa y lo alimentaron con latas de atún y merluza. Le armaron una pequeña pileta de lona y así fue pasando el tiempo.
Faby, como fue bautizado por la familia que habita la vivienda de calle 30 e/ 167 y 168, fue trasladado a Mundo Marino, donde luego de volver óptimo su estado de salud, será devuelto al mar, su hábitat natural.
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Ante un caso de maltrato animal, denunciá. Ley de Protección Animal